El presente informe expone los diferentes aportes que realiza la cadena de valor del bioetanol a base de maíz, con énfasis en la contribución fiscal, su importancia respecto a partidas presupuestarias de gasto y su estabilidad ante variaciones en los precios del maíz.
· El aporte fiscal asciende a 1.592,2 $/m3, siendo 498,5 $/m3 proveniente del sector primario y 1.093,7 $/m3 del sector industrial. Así, este último sector aporta un 119% más que el primero.

· Si se descuenta el costo de oportunidad que representa para el Estado industrializar internamente el maíz (derechos de exportación no cobrados), 396 $/m3, el aporte fiscal de la cadena asciende a 1.196,2 $/m3.

· En el año 2014, la producción total de la industria del bioetanol de maíz será 484.500 m3 y su aporte fiscal $ 771.411.417. Si se contempla el costo de oportunidad para el Estado de industrializar internamente el maíz, el aporte total se reduce un 25%.

· El ahorro de divisas que generará la producción de bioetanol asciende a u$s 421.545.281.

· El total de puestos de trabajo que generará la cadena de valor asciende a 4.883, sumando su masa salarial anual $336.306.100.

·  El total de la industria contribuirá con u$s 436 millones a la creación de capital físico productivo nacional.

· Los aportes que realiza la cadena de bioetanol a base de maíz son superiores al aporte que proporciona la importación de naftas autorizadas en el Presupuesto Nacional, cuya contribución se reduce sólo a la correspondiente al IVA, ya que las naftas importadas se encuentran exentas del Impuesto a las Transferencias de Combustibles y del Impuesto destinado al Fondo de Infraestructura Hídrica.
· El aporte fiscal de la cadena podría financiar el único Programa presupuestado para el INTI para el año 2013, quedando un 23% de dicho valor como excedente. Por otro lado, si se compara el aporte fiscal con los montos destinados a los Programas del INTA, resulta que el 34% de ellos podría ser financiado con dicho aporte.

· Cada tonelada exportada de maíz representa un ingreso al fisco de $264, mientras que cada tonelada industrializada aporta $365, un 38% más.

· Una caída en el precio FOB del 22% provoca una reducción de la recaudación por derechos de exportación de igual magnitud, mientras que el aporte fiscal de la industria permanece casi inmutable.